Me puse muy nervioso y empecé a intentar limpiármela. Sin querer, me manché la otra mano y la camisa y el pantalón. ¡TENÍA QUE LIMPIARME! Así que mire a mi alrededor y me acerqué a la primera casa que encontré.
*MARÍA SERNA*
Explica que a los gérmenes les encanta propagarse.